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No te amo

miércoles, 24 de febrero de 2010
por tres veces que te traicioné
tres veces te dije que no
por que otras cosas más amé

no te quise mentir
honesto necesitaba ser
no quería herirte
más de lo que ya te herí

La verdad es que no te amo

no te amo

simpatizo con tus ideas
me refugio en tu presencia
y quisiera contigo estar por siempre

pero aun no he logrado
amarte más de lo que te quiero
mostrarte un amor sincero
que hasta la muerte si es preciso me lleve

aun me suenas descabellado
aun quisiera tomar mi espada
y trazar con ella un camino
mi camino

aun no logro morir
para que en mi nazcas tu

y sin embargo no dejo de quererte
y anhelar que pueda algun dia amarte

El viernes de Pedro [V]

martes, 1 de septiembre de 2009
Su mano, su cabello, el suelo, mi espada. Todo compartía el rojo fluido que destila al olfato cobre dulce, que exita a la violencia…
-Vuelve la espada a su lugar…
¿Qué? Te he servido, te defendí, y ahora no solo me reprendes, sino que además sanas a este incircunciso. ¿Qué acaso no hemos llegado a este momento para hacer precisamente esto?
-…a espada perecerán.
Y entonces ¿como rayos escaparemos?, ¿cómo nos liberaras?, ¿cómo podrá Israel ser otra vez libre de Roma?, ¿cómo podremos ayudar al pobre?, ¿cómo raeremos la falsa religiosidad?
-¿Acaso piensas que no puedo orar a mi padre, y que él no me daría mas de doce legiones de ángeles?
Valla, no lo había pensado, venga, muéstrales con quien se han metido, muéstrales lo que es meterse con el Mesías y con los que él ha escogido. Hazlo como con los de Coré que fueron tragados por la tierra, o como en el Mar Rojo les paso a los siervos del Faraón. Hazlo sin misericordia y no perdones a ese traidor de Judas.
-¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
-la copa que el Padre me ha dado ¿no la he de beber?
¿No era figurado aquello de “El buen pastor su vida da por las ovejas”? Ten amor propio, defiéndete, defiéndenos. Estos no vienen con buenas intenciones ¿qué no sabes que sin ti nada podemos hacer?, ¿qué sentí morimos?
-¿Cómo contra un ladrón habéis salido con espadas y piedras para prenderme?
No entiendo…tus manos son atadas y hombres armados te custodian, no haces nada. Tu mirada es imperturbable. ¿En qué estas pensando? ¡Sálvate!

Ya no hay tiempo, un guardia viene hacia mí. Parece irritado por lo que le hice a su compañero. Otro le sigue desenfundando la espada…

Corro, corro con mis compañeros a mis lados similares a ratas que se escabullen al ser descubiertas. La noche es esclarecida por una luz horripilante que me persigue. Caigo en la oscuridad.

Regresa, solo necesitamos a su maestro – una voz ronca exclama con un grito.

La tranquilidad se mezclo con el dolor de saber al Maestro capturado como un rufián, dolor equiparable al de mi seca garganta que jadea desesperada, percibiendo el sabor a cobre dulce que antes olfateé.

No, no, no. Esto es un sueño, una pesadilla. Pero si hace unos días nos recibieron como si fuéramos héroes de guerra. Algo va a pasar, algo de pasar.

Mis piernas se mueven casi por inercia, la maleza es mi escondite. Los soldados tratan con rudeza al maestro… desgraciados … la que les espera. Algo va a pasar, lo se. Los seguiré…

El viernes de Pedro [4]

miércoles, 17 de junio de 2009

Ahora hablare yo

Cuando Judas se separo de mi maestro advertí la guardia que le seguía con antorchas y espadas. No les quite la vista de encima y espere el momento indicado, espere a que uno de ellos se descuidara. Un instante después, el alarido de aquel centurión se mezclo con el rojo que chorreaba de su cabeza.

Ahora me doy cuenta de mis errores, pero entonces la ira me había cegado. Hubiera compartido la prisión con mi señor, pero este no era mi camino. Y mi camino, el que era el mío, no lo seguí.

Aquel fue el último milagro que le vi hacer a mi amado Jesús. Me pregunto qué será de aquel centurión que vio perdida con tal violencia su oreja y que después, sintió el calor y amor de Dios en su oreja sanada. Quizás el ver a alguien como yo, era seguidor de alguien como Él reafirmo esa sensación de amor intenso.

El viernes de Pedro [3]

martes, 5 de mayo de 2009
Salieron todos juntos de aquel aposento y tu corazón desconcertado con fuerza. Y a pasar de todo Él te seguía considerado.

Tu Santiago y Juan lo acompañaron en el monte de los Olivos, era la hora de orar juntos, tal y como rieron, comieron y caminaron juntos, pero esta sería la última. Y sin embargo aún tu no lo entendías, ni los otros, ni yo.


Pidan a Dios fuerzas para resistir la tentación

Te dormiste. Quizás demasiadas emociones en un día, quizás no podías hablar con Dios. ¿Habrás soñado?, cualquier cosa era buena para evadir el dolor y la incertidumbre que te atormentaba.


¿Por qué están durmiendo?, pidan fuerzas para resistir la tentación

A pesar de ello seguiste dormido, vencido de tristeza. Juan escucho algo antes de dormir Estoy orando por ellos y no por el mundo…Cuídalos por el poder del nombre que tu me diste, para que puedan ser uno así como tú y yo…


Y viste a tu señor sudar rojo y le oíste decir:

Levántense! ¡Vámonos! ya viene el que me ha de entregar

Y miraste a Judas dar un beso a tu maestro. Cuantas veces habías visto este gesto de cariño, cuantas veces tu mismo lo habías hecho con cotidiana armonía. Pero esta ocasión no era igual.

El viernes de Pedro [2]

jueves, 23 de abril de 2009
Para calmarte le dijiste a Juan que le preguntase al maestro quien era el traidor. Todo fue muy rápido y ni tu ni nadie entendió, solo vieron a un Judas demudado salir.

Yo no se si Judas violo que Jesús hizo con el pan y el vio, pero tu si. Tú comiste de su mano y no entendiste la gravedad de sus palabras. No entendiste que el cumplimiento de esa profecía llenaría tu vida y sacaría tu sed hasta el fin de los tiempos.

Ahora tu cabeza gira. En medio de la confusión te alcanzaste a agarrar de una piedrecita, te asiste de ti mismo

Nuevas palabras de animo te tranquilizaron “Les estoy dando un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ámense tal como yo los amé. Todo el mundo se va a dar cuenta de que ustedes son mis seguidores si se aman los unos a los otros”

¿Escuchaste Pedro?, el amor debe ser tu roca, el amor debe ser tu base, pues donde existe el amor no hay temor, pues Dios mismo es Amor. Y en ese momento era lo que más necesitaban tu y tus compañeros, especialmente frente a lo que estaba a punto de declarar tu maestro:

"Todos ustedes perderán la fe en mí
Satanás ha pedido probarlos a ustedes como un campesino separa la paja de los granos de trigo.
¡Simón, Simón escucha! He orado para que no pierdas tu fe. Cuando vuelvas a mí, ayuda a tus hermanos a ser más fuertes"

Con todo seguiste confiando en ti mismo. "¡Hasta estoy dispuesto a morir por ti!", dijiste.
Y quizás tú esparciste esta confianza a tus compañeros.

El viernes de Pedro [1]

sábado, 18 de abril de 2009
Se que ya han pasado las festividades de Semana Santa, pero creo (y resulta obvio) que es bueno hablar al respecto.

Viernes por la noche. En nuestro contexto se trata de una ocacion de descanso, y me imagino que despues de todas las emociones recibidas durante la semana, tambien les parecia asi a los apostoles.

Tiempo de fiesta. la pascua, la conmemoración del éxodo, de la libertad tan ansiada por los judios. En la tranquilidad de la noche los apostoles ven con consternacion a su maestro con toalla y balde en mano.

Pedro ¿por qué rechazaste el servicio de tu maestro?, claro era tu maestro, se supone que el trato debía de ser alrevez. Pero no tardaste en entender lo que yo debo de entender: "no solo la cabeza si no todo mi ser", exclamaste.

Y de pronto escuchaste palabras que te sacudieron, "uno de ustedes me traicionará".

La intimidad y la serenidad de la pasada escena se quebro completamente. Las palabras hicieron eco en las mentes y corazones de los doce al grado de ni siquiera tener la certeza de su propia inociencia .

Señor, ese no sere yo, ¿verdad?, preguntaban tratando de justificarse. Claro yo no puedo ser el traidor, pensaron.

También lo hizo Judas.

También lo hiciste Pedro, y a pesar de tu aparente osadia, escondias algo.

Tambien lo hice yo.